En 2003, Youtube seducía a los amantes del Gore con un cortometraje que no llegaba a los diez minutos de duración, dónde David, un celador de cualquier hospital de Australia, explicaba a la policía cómo había sobrevivido a un juego macabro, del que sólo recordaba el títere que le había explicado (a través de un televisor) las reglas que debía seguir para salir con vida.
Cuando los jóvenes James Wan (Expediente Warren, Insidious) y Leigh Whannell (Silencio desde el Mal, Insidious 3) estaban a punto de darse por vencidos, después de que muchas productoras rechazaran el vídeo, vieron las puertas abiertas cuando Lionsgate contactó con ellos. Así que cogieron todo el presupuesto del que disponían y, en menos de una semana, rodaron lo que, para el Halloween de 2004, el mundo conoció como «SAW», la película que redefinió el Terror.
Pero, como con toda saga del Género que se precie, tiene sus altibajos (a mi pesar, más bajos que altos) y, por eso, quería hacer un análisis de las, hasta ahora, siete películas de las que se compone.
SAW (James Wan, 2004)
Dos hombres se despiertan encadenados a un lavabo, junto con un cadáver en medio de la habitación. No tardan en darse cuenta de que tiene un cassette, desde el cual tienen que seguir ciertas normas para sobrevivir. A medida que pasa la película, somos testigos de torturas dignas de la Inquisición y que nada es lo que parece a simple vista. Aunque, a ratos, no sepas muy bien qué es lo que está pasando, no te despegas de la pantalla ni del filo del sofá.
Junto con uno de los finales más inesperados en este tipo de películas y una Banda Sonora exquisita, Saw se convertía en la Reina del Nuevo Terror Psicológico y Gore.
SAW II (Darren Lynn Bousman, 2005)
Siguiendo un poco el estilo de la primera, nos encontramos con un inspector de policía, al que le encargan la investigación de la espantosa muerte de un compañero. Sin saber a qué se enfrenta, rápidamente se verá involucrado en el macabro juego de Jigsaw (El asesino del Puzzle), del que tendrá que seguir fielmente las normas, si quiere salvar la vida y la de los que más quiere.
Aunque 2as partes nunca fueron buenas, esta es una excepción, ya que la película consigue dejarte, otra vez, al borde del asiento, siendo testigo de más juegos mentales (y físicos) y otro de los mejores finales de una película de Terror.
SAW III (Darren Lynn Bousman, 2006)
Calcando el patrón de la segunda entrega, conocemos a una Cirujana que se verá obligada a seguir todas las instrucciones de Puzzle para salvar la vida y la de su marido, de quiénes descubriremos más secretos y más enredos, a medida que pasa la película.
Aunque este se presentaba como el final real de la Trilogía Saw (palabras del Guionista de las 3 partes, Leigh Whannell), la Productora Lionsgate vio más material con el que sangrar (metafóricamente) a los amantes de la saga y el Gore, comprándole todos los Derechos a James Wan, el cual se desentendió enseguida que se enteró que estirarían el chicle de su película.
Como final de una trilogía sabe más azucarado que las dos primeras entregas, aunque digno para un antagonista como Puzzle.
SAW IV (Darren Lynn Bousman, 2007)
Aunque Puzzle y sus secuaces murieran, el Juego continúa y todo apunta a la Central de Policía que investigaba los casos originales.
Mientras somos testigos de más torturas físicas y entresijos entre compañeros de la Comisaría, esta película nos muestra más sobre el pasado de John Krammer (Jigsaw «Puzzle», para los amigos) y su exmujer, ahora clave en el caso.
Pese a que olía a refrito, el combo «Halloween + Gore gratuito» fue todo un éxito, dando luz verde a todas las entregas que pensaban regalarnos.
SAW V (David Hackl, 2008) y SAW VI (Kevin Greutert, 2009)
Policías enfrentados, un muñeco con espirales rojas en los pómulos que explica las reglas para salir de un zulo con vida, historias alternas que, al final de la película descubres que todas tienen que ver con John Krammer… Saw llegaba ya a un punto que, ni siquiera los fans más fieles y acérrimos soportábamos. Ya no nos llenaba la sangre sin sentido. Queríamos historia, necesitábamos saber por qué pasaba todo.
Tanto fue el descontento, que en España, tuvieron problemas para llevar al cine la sexta entrega, personalmente, la peor de todas, la más absurda y la que seguía sin atar todos los cabos sueltos que habían dejado a partir de la cuarta.
SAW VII: 3D (Kevin Greutert, 2010)
Empezando con el «qué pasó después de la 1a película» se nos presentaba Saw VII, siendo el final de la saga y cerrando así, la serie de Terror que había dado un nuevo significado al Género.
Mostrándonos la vida que llevan los supervivientes después de los juegos de Puzzle y, por supuesto, junto a más torturas para escarmentar a gente que no le da valor a lo que tiene, llegamos al épico desenlace que, aprovechando el boom del cine en 3D, arrastró a todos los fans del Gore a atar todos los cabos sueltos que habían dejado y a aplaudir con el remate final, al descubrir quién era el Cerebro que manejaba todo desde las sombras.
Más juegos psicológicos que las anteriores, y más torturas sangrientas, nos llevaban a decir adiós a una de las sagas favoritas de la última década.
Personalmente, y como fan incondicional de esta Colección, opino que James y Leigh empezaron comiéndose el mundo, aportando frescura a un género para «lo que todo estaba inventado» y que su ausencia, a partir de la primera trilogía fue más que notable, restando calidad y repitiendo el mismo patrón hasta el aburrimiento.
No obstante, SAW es más que recomendable y esperamos con muchas ganas la nueva entrega «Saw: Legacy», de la que aún no tenemos mucha información, pero deseamos que eso dure poco y nos lleguen noticias pronto.