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La historia nos hace viajar a la ciudad de Minessota en los años 90. Allí, un hombre es acusado por su hija de haberla violado, pero él asegura no recordar nada de lo sucedido. Sin embargo, admite su culpabilidad a pesar de no saber a ciencia cierta lo ocurrido.
El detective Bruce Kenner (Ethan Hawke) es el encargado de llevar la investigación de Ángela (Emma Watson), pero, a causa de la memoria en blanco del acusado, no consigue dar con los detalles de lo sucedido. Por ese motivo, el cuerpo policial incorpora al caso al Dr. Raines (David Thewlis), un psicólogo que se encargará de intentar de intentar entrar en la memoria del acusado para poder hacer progresos en este misterioso caso. Poco a poco, el Dr. Raines consigue que el padre comience a acordarse de la agresión y, además, al recuperar sus recuerdos, inculpa a alguien más: un policía que, según él, participó en el abuso. Por esa razón, la situación no está exenta de polémica y los medios locales barajan la posibilidad de que todo se trate de un acto cometido por una secta satánica.
Alejandro Amenábar, conocido por filmes como Mar adentro o Los otros, compone este thriller de misterio lleno de -sus característicos- giros inesperados y una gran conspiración en las sombras. En este proyecto indaga en el lado más oscuro de la religión, las sectas satánicas y sus rituales, que fueron un tema en auge en los Estados Unidos de los 90, en los que se registraron numerosos sucesos de esa índole, sobre todo, en pequeñas ciudades, que provocaron una ola de terror en la población.
Hay factores que podrían haber funcionado mejor de lo que han hecho. Una historia original, además de basada en sucesos reales, es un gran comienzo para este thriller, además, el tema que trata no ha sido muy utilizado en el cine y a causa de eso podría ser un punto atractivo para el espectador. Pero en contraposición hay puntos demasiado flojos en la película que la hacen deslucir muchísimo. A pesar de los giros argumentales, Amenábar no ha dado con el punto y la película resulta en muchos momentos previsible. Y eso sumado a la falta de inspiración y carisma de unos personajes principales muy desdibujados, ha hecho que esta película, a pesar de ser entretenida, no sea un must see del director, como lo fue, por ejemplo, «Los Otros».