Editor's rating
Tres estudiantes universitarios se mudan a una casa bastante creepy, fuera del campus. Allí, en el sótano, y sin querer, claro, despiertan un ente sobrenatural, que te mata sólo con pronunciar su nombre (o pensarlo).
No sé ni cómo empezar a contar todo lo que me hizo sentir esta película, después de dormirme en el cine.
El principio del film es bueno, es genial. Un hombre desquiciado porque conoce el nombre de Bye Bye Man («No lo digas, no lo pienses») y quiere salvar a su familia. Va todo tan deprisa que no sabes qué está pasando y eso te emociona… Los primeros 5 minutos. Después, conoces a los protagonistas (universitarios llenos de clichés) que no aportan nada bueno a la película: sólo aburrimiento. La chica rubia, tan perfecta en todo como en corta de mente, el novio guapo, lleno de inseguridades y que lo daría todo por su chica, el amigo negro, obvio, y la agente de Policía escéptica, que acaba por creerles.
Todo en esta peli es una mala mezcla de todo el Terror descafeinado visto hasta el momento.
Podrían haber hecho algo genial con esta historia. Creo que si se la hubieran dado a James Wan, estaríamos ante otro Expediente Warren. Porque el concepto de Bye Bye Man es bueno: un ente que te persigue y mata sólo con decir y pensar su nombre… Pero no le sacaron ni el mínimo jugo que podrían haberle extraído.
En mi opinión, no vale la pena gastar dinero en ir a verla. Ni siquiera en «La Fiesta del Cine», que la entrada cuesta la mitad de lo que vale en «El Día del Espectador». Aunque si alguien quiere pagar por pegarse una siesta, este país es libre.
Vista en Cinesa La Maquinista el lunes 8 de mayo de 2017. Distribuida por Diamond Films.