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Durante varios años y en la sombra, la sociedad secreta de La Mano, compuesta por cincos jefes y con ninjas como soldados, quiere hacerse con el dominio de New York. Pero se encontraran con un grupo compuesto por superhéroes formado por Daredevil (Charlie Cox), Jessica Jones (Krysten Ritter), Luke Cage (Mike Colter) y Iron Fist (Finn Jones), quienes a pesar de sus diferencias se uniran para hacer frente a la malvada organización, lo cual no será nada fácil y tendrán que hacer frente a sus miedos, enemigos propios y la resurrección de alguien que es casi indestructible.
Servidor es consumidor de cómics desde bien pequeño y Los Defensores fue un grupo al que le tenía especial cariño. En casos de adaptaciones, que tan de moda están, siempre digo que hay que ir con pocas ideas y pretensiones en la cabeza, pues no deja de ser un producto con el que se pretende llegar al máximo público posible y por ello que se toman una serie de licencias que puede disgustar al que sea fan total.
Unos cuantos años y series individuales han tenido que pasar para que esta aventura de grupo viera la luz. Pues esa era la idea cuando se plantearon el universo Marvel para televisión por medio del canal Netflix, crear cuatro series presentando a los personajes, cada uno protagonizando su propia aventura, con un hilo conductor que acabara en una quinta englobando a los personajes.
Lo cierto que la idea era muy atractiva y supo enganchar a los fans y en el proceso hubo una segunda temporada de uno de los personajes (Daredevil) y la promesa, en unos meses efectiva, de una serie dedicada a un «secundario», The Punisher. Así que cuando se dio fecha de estreno y esta llegó, con ganas fuimos varios quienes nos plantamos delante de la pantalla para disfrutar de ella. Pero el disfrute no ha llegado a las cotas esperadas.
«No es mala serie, pero tampoco lo esperado.»
Si bien este tipo de serie se apoya sobretodo en el peso de un buen y carismático villano, recibimos la noticia que en esta historia la villana sería un personaje interpretado por Sigouney Weaver y eso nos hizo saltar el corazón de alegría, pero el salto fue pequeño por que una vez visionada la serie la decepción que nos ha creado Alexandra, la villana, ha sido enorme. Sosa, aburrida y totalmente plana, si hubiera sido interpretado por cualquier otra actriz nos hubiera atraído lo mismo, osease nada. Parece sea un maniquí para lucir los modelitos que con los que va desfilando por la serie con poca convicción. Cosa que si logran el resto de villanos y quien es devuelta a la vida.
El uso de los secundarios es absurdo e innecesario, enclaustrándolos en comisaria y apareciendo alguno de vez en cuando y haciéndolo participe de conversaciones que sobran, dando la sensación de rellenar huecos innecesarios.
Los protagonistas de la serie van pululando de un lado a otro y con constantes peleas, que son lo más llamativo de la historia, por que lo que es la aventura en si no tiene mucho atractivo y menos originalidad. La química de los protagonistas, que es uno de los mayores alicientes de la historia, es un constante vaivén y se supone tiene que ser así, pero hay algo que no lo hace real. Escenas como la del restaurante, la cual parece un homenaje a Asalto al Distrito 13, se hace eterna y el meter ciertas «gracietas» forzadas no hacen favor alguno a la trama.
Daredevil es el epicentro y sin duda líder del grupo, pero en momentos rayando la pedantería llegando a acaparar el protagonismo, lo cual no es malo pues del grupo es de los más interesantes.
Jessica Jones esta genial, al menos al principio, pero luego se hace cargante al no alterar su linea de comportamiento y es muy lineal, llegando a ser un personaje bucle que constantemente gira en lo estupendamente guay que es siendo políticamente incorrecta, eso si, hay que reconocer que cuando aparece en pantalla eclipsa al resto.
Luke Cage es la nota étnica de la historia, siendo el fuerte e inamovible del grupo, bastante parecido a su interpretación la cual no es muy destacable y juegan con su química con el personaje de Iron Fist la cual se hace olvidable en varios momentos.
Iron Fist es más plano que una rama de apio. Si ya su serie en solitario era tan atractiva como un bocadillo de cascaras de mejillón, al estar rodeado de otros personajes mucho más atractivos, remarcan su evidente poca gracia. El echo de hacer que sea el centro del porque de la historia no le hace favor alguno pues hace sea más indudable que no tiene gancho.
A pesar de todo ello la serie se deja ver y puede disfrutarse, siempre y cuando hayas consumido las anteriores dedicadas a cada uno de los personajes, sino habrá momentos en los que el espectador puede perderse y no se tengan grandes expectativas. Se agradece que solo conste de ocho capítulos, que bien podrían haber sido cuatro y para consumo de palomitas, refresco y sin ansia de ver que pasa en el capítulo siguiente es adecuada.
Da la sensación que a pesar del tiempo que los fans hemos tenido que esperar para ver la unión de Los Defensores (el no grupo) se hayan precipitado en la creación de la misma.
Podéis ver la serie en la plataforma Netflix.