Todos sabemos que Studio Ghibli es uno de los estudios de animación mas importantes y populares en la actualidad. Ha hecho grandes películas, entre ellas; Totoro, El castillo ambulante, La princesa Mononoke y El viaje de Chihiro, son las que han llegado -y se han quedado- en Europa con más fuerza. Pero lo que mucha gente desconoce, son las grandes obras eclipsadas por las que he mencionado antes. De hecho yo -fanática como soy de Ghibli- os voy a recomendar -lo que para mi son- las 9 joyas ocultas de Studio Ghibli.
La tumba de las luciérnagas (Hotaru no Haka, 1988)
Esta es, como muchos dicen, la película mas triste de Studio Ghibli. Es una adaptación -parcial- a la obra autobiográfica de Akiyuki Nosaka, dirigida por Isao Takahata, la historia se enmarca a finales de la Segunda Guerra Mundial, y cuenta como, Seita y Setsuko, dos niños hijos de un oficial de la marina japonesa, sufren un bombardeo en la estación de tren de la ciudad Kobe a causa de no haber podido llegar a tiempo al búnker de seguridad, donde los esperaba su madre. Es una historia muy profunda y desgarradora, capaz de quebrar el corazón mas helado. Muestra el lado mas amargo de la guerra, el desamparo y aislamiento al que se enfrenta cualquier niño en cualquier guerra.
Kiki, la aprendiz de bruja (Majo no takkyūbin, 1989)
La historia sucede en un mundo paralelo, donde existen las brujas. Por tradición, al cumplir los 13 años, todas las brujas deben partir de casa y buscar una ciudad donde sus servicios se necesiten, para quedarse allí durante un año y convertirse así, en una verdadera bruja. Para emprender el viaje, Kiki se acompaña de su amigo Jiji, un gato negro con el que puede hablar, y juntos se establecerán en una ciudad costera, donde pasarán algunos aprietos que harán que la pequeña empiece a conocerse a sí misma. Esta bonita historia, llevada de forma tan cándida y grácil por Hayao Miyazaki, nos muestra la evolución preadolescente que cualquier niña tiene que pasar (por mucho que sea una bruja).
Recuerdos del Ayer (Omohide poro poro, 1991)
Taeko Okajima es una joven de 27 años que vuelve al pueblo de su cuñada por vacaciones, donde guarda afectuosos recuerdos de su niñez. En el transcurso de sus vacaciones irá rememorando viejos recuerdos guardados con llave en su interior, su pasado en el colegio y como era de niña. Mientras tanto, en el presente, conoce a un joven llamado Toshio por el cual acaba sintiendo un gran afecto, y una jovencita del pueblo en la que se ve reflejada cuando tenía su edad. Esta película -llevada a la pantalla por Isao Takahata-, va dirigida a un publico adulto, al contrario que las demás, no es tan frenética y se asemeja más a la realidad (visualmente hablando). Te anima a la reflexión y te muestra las contradicciones morales de Taeko en el proceso de encontrarse a sí misma y su realización personal.
Porco Rosso (Kurenai no buta, 1992)
Después de la Primera Guerra Mundial, Benito Mussolini gobierna Itala en régimen dictatorial. Nuestro protagonista, Marco Pagot, un celebre piloto militar, ve morir a su mejor amigo en una batalla aeronáutica y justo después, cae una maldición sobre él, cambiándole su aspecto al de un cerdo. Por esa razón (y también porque pilota un hidroavión color rojo) después de la guerra, toma el nombre de Porco Rosso, y decide convertirse en un popular cazarrecompensas. Le interesa, sobre todo, boicotear los intentos de saqueo de los grupos de piratas que rondan las costas del mar Adriático. Por esa razón, los saqueadores, hartos de los boicots, se unen para atacar a Porco Rosso, y contratan a un trotamundos estadounidense para acabar con él.
Susurros del corazón (Mimi wo sumaseba, 1995)
Fue Yoshifumi Kondo el director encargado de dirigir esta entrañable obra. La magia de esta película traspasa la pantalla; tanto sus personajes, como la animación y la banda sonora hacen que, en armonía, se forme la gran obra maestra que es. Como en la mayoría de historias del Studio Ghibli, «Susurros del corazón» gira en torno a una protagonista fuerte y valiente, Shizuku, una joven cuyo mayor sueño es llegar a ser escritora, pero su gran temor es carecer del talento suficiente para las letras. En su recorrido se cruza un compañero de instituto al que nunca había visto, Seiji, un chico que siente pasión por la fabricación artesanal de violines, y que pretende dejar los estudios para viajar a Italia a aprender el oficio de luthier.
Arriety y el mundo de los diminutos (Karigurashi no Arietti, 2010)
«Arrietty y el mundo de los diminutos» relata la vida de una familia de pequeños seres de apenas un palmo de altura viven en una pequeña casa ocultada bajo las tablas del suelo de un caserón de campo. Estos minúsculos seres tienen la regla de no dejarse ver nunca por los humanos; sin embargo, su apacible existencia cambia cuando, Arrietty, una valiente adolescente, es vista accidentalmente por un niño que se acaba de establecer en la casa para guardar reposo debido a su enfermedad. Entre ambos surgirá una fuerte amistad, pero a la vez, la vida de la pequeña familia se verá en riesgo. Hiromasa Yonebayashi narra esta historia describiendo de forma magistral los torrentes emocionales que se sufren en la adolescencia, reflejandolo en sus protagonistas, Arriety y Shō.
La colina de las amapolas (Kokuriko-zaka kara, 2011)
En Japón de 1963, Umi es una joven estudiante que vive y -en ausencia de su madre- administra una gran casa costera convertida en pensión para viajeros. La chica intenta compaginar la vida de estudiante con el trabajo en la pensión. Un día conoce a Shirō y Shun, dos estudiantes que son representantes de Quartier Latin, un antiguo edificio que alberga las diferentes asociaciones de estudiantes y que corre peligro de ser destruido para renovar la zona con motivo de los Juegos Olimpicos de 1964. Para impedir la demolición, se unen todos los estudiantes, y entre Umi y Shun surgirá una profunda amistad que se verá amenazada por el afloramiento de un inesperado secreto del pasado. El hijo de Hayao Miyazaki, Goro Miyazaki, une todos los ingredientes y elabora una gran película, llena de emotividad, que esta basada en el manga de Tetsurō Sayama y Chizuru Takahashi «Desde monte de las amapolas».
El viento se levanta (Kaze Tachinu, 2013)
Este filme, el ultimo dirigido por Hayao Miyazaki antes de su retiro, relata la vida de Jirō Horikoshi, el ingeniero aeronáutico que diseñó el avión de combate Zero (que se utilizó en el para atacar Pearl Harbor durante la Segunda Guerra Mundial). Diseñó también el caza Mitsubishi J2M3 Raiden (Rayo) y el primer avión civil japonés después de la Segunda Guerra Mundial -el Turbohelice regional NAMC YS 11- con dos motores Rolls Royce Dart 542-10K 4 . La película empieza desde su niñez, su juventud en períodos de entre guerras y un contexto social y político de un país revuelto, a su madurez, que le supuso el cenit en el mundo de los aviones. Esta película va dirigida a un publico mas adulto y maduro, al ser una especie de Biopic y además el periodo histórico del que trata, creo que el publico mas joven no sabría sacarle todo el jugo a la película.
El recuerdo de Marnie (Omoide no Mānī, 2014)
Estrenada en el año 2014 y dirigida por Hiromasa Yonebayashi, «El recuerdo de Marnie» es una adaptación a la novela para adolescentes de la escritora Joan G. Robison. El relato gira en torno a Anna, una niña de doce años con problemas respiratorios y dificultades de adaptación social, enviada por sus padres adoptivos a mejorar su calidad de vida en casa de sus tíos, junto al mar. Desde el primer momento se sentirá atraída por una gran mansión -aparentemente abandonada- al otro lado del pantano, y allí, conocerá a Marnie, una muchacha de su edad con muchas ganas de hacerse su amiga hasta que un día, se esfuma. Después de eso, una familia llega a la región y se instala en la Casa del Pantano. Poco a poco, Anna empieza a descubrir cosas sobre la enigmática Marnie, entre ellas, un gran secreto que cambiará su vida para siempre.
Y hasta aquí mis recomendaciones, esto no quiere decir que las mas famosas no sean auténticas obras de arte, pero creo que merece la pena profundizar y descubrir películas que merece la pena ver.