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En 1983, el legendario Roald Dahl publicó «Las Brujas», una de sus novelas más conocidas. Como en Matilda (1988), Dahl trata a su público infantil con respeto y sin condescendiencia, hablando de temas como la muerte, la pobreza, el maltrato infantil o la familia sin tratar a los niños como si fueran idiotas.
En 1990, un año antes de su muerte, asistió al estreno de la adaptación de Nicolas Roeg protagonizada por Anjelica Huston. Y no le gustó en absoluto, tanto por el tono extremadamente oscuro como por el final, en el que cambiaron el destino de protagonista. A pesar de ello, se convirtió en una película de culto, al igual que la adaptación de Matilda de Danny DeVito (1996).
En 2020, Robert Zemeckis (el director de Forrest Gump, Contact, Regreso al Futuro, Roger Rabbit…) dirige una nueva adaptación, protagonizada por Anne (Con E, nada de Ann) Hathaway y Octavia Spencer y producida por Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón. Lo primero que destaca al empezar la película es el cambio de ambientación. Zemeckis vuelve a la Alabama de Forrest Gump para situar esta historia, que en realidad podría situarse en cualquier lugar donde haya un hotel con salón de actos. A pesar de todo lo que han llorado los de siempre, no me parece mal el dar a actores de color los papeles protagonistas, aunque en esta ocasión parece que se quedan a medio camino. Se nota que Zemeckis nos quiere mostrar la realidad de la época, pero sólo lo hace al principio, y se olvida del tema en cuanto entra la trama principal de las brujas. Una vez entran en escena, toda esa subtrama desaparece, perdiendo la oportunidad de mostrarnos lo extraña que resultaba una mujer negra en un hotel de lujo en la Alabama de los 60.
En el momento en el que aparece la primera bruja queda claro que la película no tiene el espíritu del libro. Las brujas son peligrosas porque son casi indistinguibles de señoras normales y corrientes. Las brujas de Zemeckis y Del Toro llaman demasiado la atención y no hacen ningún esfuerzo por ocultarse, especialmente la Gran Bruja, que Hathaway sobreactúa. La broma del juego de palabras entre brats (mocosos) y rats (ratas) es especialmente digna de un facepalm. También se pierde la deliciosa ironía de que las brujas digan ser socias de la Sociedad para la Prevención de la Crueldad con los Niños.
Zemeckis presumió de que la película sería una adaptación más fiel al original de Dahl que la película de 1990, pero mintió. Si bien mantiene más o menos el final, altera la histora de muchas formas, la más sangrante de todas añadiendo un personaje que no tiene sentido: La ratoncita que el protagonista tiene de mascota resulta ser una niña a la que habían transformado. Supongo que lo hicieron para equilibrar un poco a los dos chicos que se convierten en ratoncitos en el original, pero queda demasiado forzado. ¿Por qué no mostró lo que era cuando el niño y la abuela hablan abiertamente sobre las brujas, sus poderes y el peligro que suponen? ¿Y por qué se nota tanto que es una mujer adulta? Habría sido mejor fichar a una niña de verdad para darle voz en vez de una mujer de 52 añazos.
Los efectos especiales son terribles. En la película original, una niña acababa atrapada en un cuadro en una escena sencilla, magnífica y aterradora. En esta, sufre una transformación espantosa que da más risa que miedo, circunstancia que se repite con las bocas de las brujas, las transformaciones y los movimientos de los niños-ratón. Esto provoca que la segunda mitad de la película sea un desfile continuo de efectos que provocan vergüenza ajena. A pesar de todo ello, la película mantiene el ritmo y se esfuerza por mostrar todas las escenas del libro. El plan para derrotar a las brujas es, probablemente, la parte mejor adaptada y la escena final de la Gran Bruja resultará chocante para los que conozcan la historia, pero ayuda a diferenciarla de sus subordinadas.
En definitiva, cualquiera que admire el libro original de Dahl o la adaptación de 1990 hará bien en mantenerse lejos de esta versión. Sólo la recomiendo para aquellos que tengan niños frente a la versión de 1990, que es mucho más oscura.
Película vista en Versión Original
Guión - 6
Interpretación - 6
Efectos Especiales - 2
Sonido - 6
5
"Las Brujas" sufre por sus terribles efectos especiales y la sobreactuación de Anne Hathaway y las demás brujas. Queda claro que han querido actualizar un clásico, pero el resultado es olvidable.