Lady Bird (2017): El duro ascenso hasta tus metas

Fecha de estreno 23 de febrero de 2018

Lady Bird, es el nombre al que responde una chica de Sacramento, California en el año 2002. Ella es la protagonista de ésta historia. Se trata de una joven, cuya familia bautizó como Christine McPherson (Saoirse Ronan), una familia modesta y humilde compuesta por su madre, una mujer obstinada que trabaja como enfermera para mantener a flote a su familia después de que el padre de Lady Bird (Tracy Letts), un hombre bondadoso y afable, haya perdido el trabajo. También nos encontramos a Miguel, el hermano mayor de Lady Bird, y su novia Shelly, que viven con Lady Bird y sus padres en casa. En este mundo tan cuadriculado para ella, se enfrenta a su último año en un instituto religioso. Su deseo es conseguir una plaza en la universidad más cosmopolita posible y salir de allí, pero dependiendo totalmente de sus mediocres resultados académicos, esa ansiada plaza le resultará un reto casi imposible. La joven estudiante también tendrá que superar la etapa que está por llegar, la pubertad y todo lo que conlleva, le harán más duro y agotador el camino hacia sus metas.

A grandes rasgos, parece una historia sencilla y fácil de contar, pero la consonancia entre todo lo que ocurre en «Lady Bird» no creo que sea algo que se consigue con los ojos cerrados. El resultado de la película es de un equilibrio y belleza pocas veces visto. Un equilibrio entre lo que se muestra, lo que no se ve pero se intuye a la perfección, no te da la sensación de un vacío en la historia ni de que no nos hayan contado algo.

Te da la sensación de vives la historia con Lady Bird de la mano.

Y esa sensación de la que hablo no se podría haber conseguido de no ser por la increíble actuación de Saoirse Ronan, una actuación natural, intimista y emocional que practicamente podría haber sido un autorretrato, por el intenso y agudo resultado de la actuación.

Con un guión atractivo y fresco y una fotografía formada con una paleta principalmente cálida, nos transporta con toda la melancolía y gracia a la vez, a un 2002 en el caluroso Sacramento. Ronan no es la única que destaca por su interpretación, pues todo el elenco se une para crear una comunidad verosímil que hace que el espectador se crea la historia y empatice con los personajes.

La diversidad de etnias, razas, colores, géneros, tallas, en el reparto también ayuda a que todo esto funcione, y homogeneiza esas diversidades normalizandolas, cosa que una servidora desde aquí aplaude. Con esto quiero decir que no han cogido a un elenco «guapísimo» made in hollywood sin ninguna arruga, peca o lunar, sin un quilo de más, creo que han hecho un gran trabajo de casting escogiendo a profesionales reales de la interpretación sea como sea su físico, simplemente dejándose guiar por sus aptitudes y cualidades, y eso me parece un punto muy positivo para la película.

Vista en pase de prensa en Soho House Barcelona, el 20 de febrero de 2018. Distribuida por Universal Pictures International Spain.

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