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Fecha de estreno 1 de septiembre de 2017
El sargento Rubén Bevilacqua y la cabo Virginia Chamorro son dos investigadores de la Guardia Civil que se dirigen desde Madrid para trabajar en un complicado y antiguo caso que comenzó dos años atrás, cuando un político local de la Gomera fue el principal sospechoso de la muerte de un joven, cuyo cuerpo apareció degollado en la isla, aunque finalmente fue absuelto.
Ahora nuevas pistas llegan a la mesa de Bevilacqua, que se embarca en un viaje a la isla junto a su compañera, donde los recibirá la cabo Anglada, una investigadora que tiene un vinculo en el pasado con la cabo Chamorro. A parte de este curioso y aparentemente casual dato, se verán envueltos en una confusa historia de amores prohibidos y corrupción, que pondrá a prueba su capacidad profesional y sus motivaciones más íntimas.
La aparición de una persona asesinada en una isla como la Gomera es tan solo la punta del iceberg. Un iceberg que esconde una sociedad marcada por su insularidad y su aislamiento del resto del mundo, una comunidad donde la estructura social se ha visto modificada por la necesidad y que vaga entre mentiras, corrupciones y brumas que desean esconder la realidad. Esto es lo que la escarpada y neblinosa isla de la Gomera nos refleja en cada minuto de la película y, aunque consigue este contrastado ambiente de misterio dentro del idílico paisaje de la isla, la película nos promete mucho, pero nos ofrece poco.
La historia se basa en el típico whodunits, para quien no lo sepa, es esa variedad de novela clásica criminal fundamentada en la indagación de la identidad de un asesino. La historia arranca bien, ya que nos transporta al día del asesinato, y parece que tiene fuerza, pero de pronto pasan 3 años y con ese añadido, la investigación se enfría, y con ella nuestras ganas de ver la película y la tensión. Cabria suponer que el hecho de investigar el suceso 3 años más tarde dificultaría la investigación, pero a mi me dio la impresión de que todo lo contrario. La gente de allí tiene el suceso más que fresco, y eso me pareció bastante inverosímil.
El guionista Andrés M. Koppel hace frente a esta historia como si de un capítulo de CSI se tratara. Con diligencia y como si de un ejercicio teórico se tratara. Aunque entre Quim Gutiérrez y Verónica Echegui salten chispas de la química que hay entre ellos, no hay emociones de por medio, por mucha escena hot que nos pongan, se trata, en mi opinión de una historia bastante plana y muy simple para concederle una película entera. ¡Estoy deseando saber vuestra opinión!
Vista en pase de prensa en Cinemes Texas, el 28 de agosto de 2017. Distribuida por DeAPlaneta.