Editor's rating
Fecha de estreno 2 de marzo de 2018
La historia que hoy os vengo a contar es una historia de miedo, de un miedo que te cala en los huesos, del miedo que sientes cuando entras por un sendero del bosque, y, mirando hacia atrás, no sabes si volverás sano y salvo. En un pequeño pueblo cerca de Álava, una comunidad aún se está recuperando de las Guerras Carlistas, personas que no han dejado atrás el pasado y siguen arrastrando en su psique la barbárie y destrucción que deja a su paso cualquier guerra, digamos, querido lector, que este es el marco de nuestra macabra historia.
En los bosques de esa pequeña aldea vive un herrero, Patxi, la gente evita hablar de él, es el perfecto extraño, una persona misteriosa y enigmática, el individuo perfecto para que la gente del pueblo comience a especular, a crear una infinidad de leyendas a su costa, y, al final, como era de esperar, a temerlo. El pobre Patxi me recuerda un poco al anciano que barre la nieve de «Solo en Casa», solo que Vasco y con hollín por todo el cuerpo. Pero a ver, con todas las historias que cuentan sobre el herrero maldito, quién no iba a sospechar de él, cuando la tranquilidad de la aldea se ve perturbada por un macabro suceso?
No os voy a contar más sobre la película, creo que lo mejor es que seáis testigos vosotros mismos de, lo que para mí es, una de las mejores películas de fantasía y horror del cine español en nuestra época. La película tiene una parte que me hizo interesarme por la historia española, por otra parte, el hecho de que el marco historico se centre en otra guerra que no sea la Guerra Civil Española me alivia y me deja el espacio suficiente para valorar los detalles de la historia principal y la parte técnica. Es una película que disfruté por eso mismo, puedes dejarte llevar por el cuento de terror -y a la vez infantil- que te están contando, pero también puedes ser consciente de la gravedad y las consecuencias de una guerra -la que sea-, puedes disfrutar y navegar por los brumosos parajes del norte, o simplemente centrarte en el diseño de la película, sus planos, secuencias y lo que nos hace sentir, y además, todo eso acompañado de una dosis de comedia que alivian la tensión, y que se agradece.
Creo que cuando se estrenó no fué una película muy bien recibida, y eso se debe a que el tipo de narración e imagen que utiliza no es algo corriente en el cine español y la gente no supo interpretar bien los mensajes que nos va dejando la peli, ya que nos va desgranando mediante detalles y pequeños diálogos lo que en realidad pasó, pero nunca nos lo cuenta directamente, y eso es lo que a mí me fascinó, que la historia que cuentan sobre Patxi bien puede ser la verdad, pero también puede ser una historia deformada con los años a beneficio del que la cuenta, por ejemplo.
La película peca de un ritmo lento en algunas secuencias de la segunda mitad, hay escenas que no logro entender por qué son tan largas y eso se hace un poco pesado, no obstante, creo que es una película que merece la pena ver.
Es una película que te hace partícipe del análisis de los hechos, tan abierta a interpretación que te hace jugar al juego de desengranar tu propia verdad, y no importa con qué verdad te quedes al final de la película, porque al final, es que no todo el mundo tiene su propia perspectiva de la verdad?
Podéis disfrutar de la película en la plataforma Netflix.