Editor's rating
Fecha de estreno 9 de febrero de 2018
Llega a nuestras pantallas la tercera y última parte de la saga de películas, basada en la novela homónima de E.L. James: «50 sombras de Grey».
Hace tres años, y para San Valentín, nos metimos de pleno en la relación sadomasoquista de Christian Grey y Anastasia Steele, la cual fue desarrollando a una historia de Amor como cualquier otra.
«50 sombras liberadas» cierra la trilogía erótica, con el interrogante de si habrá otro libro en un futuro no muy lejano.
Anastasia (Dakota Johnson) y Christian (Jamie Dornan) se conocieron, se enamoraron, rompieron, volvieron, resolvieron conflictos y diferencias y, por fin, se han casado. La primera parte de la película se basa en esa boda tan esperada, en la Luna de Miel perfecta y en la nueva vida que van forjando. Pero, a medida que transcurren los hechos, la trama se va volviendo oscura y complicada para la pareja, saliendo a la luz antiguos enemigos, venganzas que ponen en peligro la vida de personajes secundarios y otros problemas a los que el joven matrimonio Grey tendrán que enfrentar juntos.
Cabe decir que, en esta última entrega, las riendas las lleva Anastasia y en ella recae toda la acción. Habiendo entendido y aceptado la Psicología de Grey en la anterior entrega, en «50 sombras liberadas» vemos cómo la protagonista se intenta poner en su lugar, en un entorno en el que la consideran una enchufada por haberse casado con el dueño de media ciudad. Al principio no le será fácil, pero poco a poco, vemos cómo las cosas cambian, también, a nivel sexual, donde es ella la que decide cuándo, cómo y dónde.
A todo esto, Christian también ha cambiado considerablemente, siendo más responsable de su nueva vida y dándole otro valor más humano a las cosas. Aunque haya momentos en el que volvemos a ver al Grey de la primera película, el de esta última entrega es un Christian más maduro y más consciente de lo que puede perder si vuelve a comportarse como no es debido con los que más quiere.
Se nos prometía una película más sexual que las anteriores y lo han cumplido. Las escenas eróticas son más elaboradas y la química entre los actores principales es indiscutible. Muy lejos de aquellos jóvenes un poco sosos de la primera película, en esta es innegable que han «crecido» juntos.
La música vuelve a ser otro personaje principal, más sutil que en «50 sombras más oscuras», pero igual de importante.
Siempre rodeada por la polémica, entre haters y feministas, «50 sombras de Grey» no ha pasado desapercibida. Yo, personalmente, he disfrutado de la trilogía de E.L.James y espero y deseo que saque una nueva entrega.
Una saga que no es para tirar cohetes, pero a la que no le ha importado romper algunos moldes.
Vista en CINESA LA FARGA, el 13 de febrero de 2018. Distribuida por Universal Pictures International Spain.