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Fecha de estreno 24 de noviembre de 2017
Joe es un exmarine que batalla contra las pesadillas e imagenes de como su padre ejerció de manera constante unos grados de violencia que lo han dejado marcado de por vida, haciendo que viva de manera aislada y solitaria, mientras se hace cargo de su madre. Por otro lado ejerce de justiciero y martillo en mano se dedica a liberar a niñas explotadas sexualmente. En su último trabajo justiciero debe liberar a la hija de un político el cual ejerce ciertas perversiones.
Esta es una película que una vez vista tiene que ser digerida.
Pues si bien una vez se sale de la sala puede dar pie a cierto veredicto pasado un tiempo, y me refiero a uno o dos días no es necesario tres meses o doce décadas, el resultado final parece ser otro.
Confieso que salí de su visionado no muy contento de lo que acababa de ver a pesar de saber que no era una mala película pero según pasaba el tiempo y la iba analizando en mi mente, la cual si hago servir a veces a pesar de parecer lo contrario, me fue dejando buen sabor.
Es indiscutible que todo el peso del film recae sobre Joaquin Phoenix, que si ya de por si es un magnifico actor, aquí demuestra una poderosa presencia que inunda la pantalla. El personaje no es un héroe al uso, tiene tendencias suicidas, sus métodos son bruscos, esta totalmente traumatizado por una infancia llena de violencia que podría ser el motivo de su forma de ser y actuar.
La directora, Lynne Ramsay ha quedado maravillada con la interpretación del actor, al cual siempre tuvo en mente, de quien ha dicho: «Por la vulnerabilidad de la que dota a todos sus personajes y por no tener miedo a transformarse físicamente. Es el mejor actor de su generación». Y yo no pienso discutírselo.
Comparada con «Taxi Driver», debido a su ritmo, a los rasgos de los personajes y al peso que la ciudad de Nueva York ejerce en el film, pues llega a convertirse en un personaje más de la historia.
Si de algo negativo se le puede tachar es de que en los tramos finales la narración se vuelve algo irregular y todo aquel que crea va a ver la típica película de justiciero reparte toñinas, con peleas coreografiadas y personajes atractivos, ya puede quitarse esa idea de la cabeza.
Lo dicho, después de verla dejara reposar y el resultado final será distinto del primero preconcebido.
Vista en pase de prensa en Renoir Floridablanca, el 20 de noviembre de 2017. Distribuida por Caramel Films.