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«Moonlight» es la historia de Chiron, un joven afroamericano que vive en una zona conflictiva de Miami. Con una familia desestructurada, formada solo por él y su madre drogodependiente, Chiron se tendrá que enfrentar a una difícil infancia y adolescencia, las cuales, más tarde, determinaran su camino en la vida. A medida que pasan los años, el joven se descubre a sí mismo y encuentra el amor en situaciones fuera de lo común. Al mismo tiempo, tiene que hacer frente a la incomprensión y falta de cariño de su familia y al violento ambiente de su barrio.
Barry Jenkins lleva a la pantalla esta tierna y a la vez cruda historia escrita por Tarell McCraney. Y digo tierna y cruda porque en «Moonlight» no todo es blanco o negro, los matices y el intimismo que logra este director en la película nos hacen ver la realidad y muchos de los conflictos de nuestra sociedad de una forma clara y concisa, sin ningún tapujo ni filtro, pero tampoco haciendo hincapié en el dramatismo de la historia.
Ese factor me lleva a resaltar las interpretaciones, tanto de los tres actores que representan a Chiron, como al reparto principal. Interpretaciones honestas y magistralmente llevadas, que os harán empatizar nada más empezar a ver la película y que transmiten de forma genuina los conflictos internos de los personajes. Resaltaría sobre todo la de Mahershala Ali, que representa el bote salvavidas de Chiron en su infancia, pero también la ruina de su familia, ya veréis por qué. En cuanto Juan (Mahershala Ali) se entera de lo que le está haciendo a la familia de Chiron, y de que no puede detenerlo, empieza un gran conflicto dentro de él, que transmite en cada palabra y cada gesto hacía el pequeño.
Además, quiero recalcar el gran trabajo del equipo de fotografía en esta película, la cual cuenta con unos planos espectaculares y llenos de vida.
En conclusión, creo que «Moonlight» es una película interesante, que cuenta la vida de un chico cualquiera en un barrio cualquiera, y casualmente ese factor es el punto clave que hace que la historia nos sea cercana y podamos verla con empatía, y sobre todo querer al pequeño Chiron y preocuparnos por su quebradiza vida. Jenkins hace esta película aún más interesante porque recorre con su objetivo varios problemas sociales en los que aún estamos metidos: el acoso escolar, la droga-adicción, el maltrato, las generaciones perdidas, la homofobia…etc, y los representa de forma muy precisa: sin contar la historia de forma que chirríe ni sea demasiado opulenta.
Muchos dirían que la película es lenta y pesada, pero, como no va a serlo si en ella se tocan muchos de los principales conflictos sociales? Yo recomiendo que hagais el ejercicio de verla, de reflexionar sobre ella y de exprimir los mensajes que nos regala, sobre todo porque al verla, se despierta algo muy importante en los espectadores: la necesidad de que la gente sea consciente de los grandes problemas sociales que, en algún momento, nuestra sociedad tendrá que solucionar.
Vista en pase de prensa en Renoir Floridablanca, el viernes 3 de febrero de 2017. Distribuida por Diamond Films.