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Fecha de estreno 16 de marzo de 2018
Un sofocante día de agosto de 1945, los habitantes de un pueblo en Hungría se preparan para la boda del hijo de un funcionario del ayuntamiento. Mientras, dos judíos ortodoxos llegan a la estación de tren portando dos misteriosas cajas que, en un abrir y cerrar de ojos, resultan intrigantes y valiosas para todos los habitantes. El funcionario teme que los hombres sean hijos de los judíos que fueron deportados, que vienen a reclamar las propiedades que ahora tienen ellos de manera ilegal, perdidas por sus dueños durante la Segunda Guerra Mundial. Otros lugareños tienen miedo de que vengan más supervivientes y de que éstos representen una amenaza para las tierras, los negocios y las posesiones que ahora reclaman como suyas.
“1945” es un es un drama histórico en blanco y negro lleno de intrigas, silencios bien bordados que aborda el tema de la culpa y el remordimiento de toda una comunidad después de la Segunda Guerra Mundial.
El director Ferenc Török adapta la novela corta de Gábor T. Szántó para crear esta película que, como ya he dicho, está muy bien afinada en el tema de la banda sonora rítmica con sus silencios que le saben dar la tensión adecuada a los momentos que la necesitan.
Hay algunas escenas que son magistrales en esa materia, por eso destacaría la composición sonora, pero hay otras cuestiones de la película en la que falla un poquito e hizo que perdiera un poco el interés. Más bien en el ecuador de la película, el director no consigue el equilibrio argumental adecuado y me costó seguir el ritmo e interesarme por las subtramas del film. Pero cuando va llegando al clímax de la trama principal de los dos judíos ortodoxos la cadencia sube y recupera totalmente ritmo para dejarnos un buen sabor de boca con el final de la película, un final a mi gusto muy poco predecible y fuera de lo que nos tienen acostumbrados, una venganza digna y perfecta.
«1945» tiene un mensaje final poderoso, y ese es su fuerte.
Te deja con una buena reflexión en el tarro, y aunque decaiga un poco en mitad de la cinta, se lo perdonamos, porque merece la pena verla simplemente por la gran lección moral que nos ofrece y la tensión que nos ofrece la banda sonora y el aspecto técnico en general.
Una venganza sin tacha, casi sin quererlo ni beberlo.
Vista en pase de prensa en Cinemes Girona, el 12 de marzo de 2018. Distribuida por Festival Films.